Ya sea que se utilice un ícono, un símbolo, una imagen o se solucione sólo con tipografía, en general, cualquier distintivo (logotipo) debe cumplir con ciertos requerimientos gráficos, que pudieran entrar en conflicto entre si, pero que en nuestra opinión son esenciales:

Visibilidad:

El primer requerimiento es que el logotipo pueda ser visto cuando y donde deba ser visto. La calidad gráfica debe asegurar que se defina así mismo por su contorno para facilitar su rápida identificación. De hecho, nosotros como diseñadores, estamos obligados a analizar las circunstancias bajo las cuales un logotipo será utilizado: que tan sencillo debe ser, o qué tan pequeños pueden ser sus detalles.

Simplicidad:

Un logotipo debe ser simple en su concepto y más aún, fácil de entender. ¿Recuerdan la frase de Ludwig Mies van der Rohe: «Menos es más«?

Excelencia Gráfica:

El logotipo debe ser diseñado pensando en manejarlo competitivamente. Que parezca que fue hecho por un profesional: Que su trazo y formas gráficas estén bien hechas, que sean estéticas. Aquí me viene a la mente la famosa frase de Massimo Vignelli: «La vida de un diseñador es una vida de lucha. Lucha contra la fealdad«

Competencia:

Además de distinguirse de su contorno, debe distinguirse de sus competidores y de otro tipo de empresas.  El logotipo debe parecer una marca y general confianza. «La relevancia, la simplicidad y el humanismo (no la tecnología), distinguirán a las marcas en el futuro» – Scott Bedburry

Poder de Retención:

Dependiendo de la naturaleza del producto o servicio, es importante que el logotipo capture la atención del espectador por más de un flash de segundo. Incluso, es preferible que su forma sea interesante y que impliquen un pequeño análisis para comprenderlo. «El buen Arte inspira, el Diseño que es bueno: motiva» – Otl Aicher

Descripción:

Aunque no siempre es así, un logotipo debe describir o sugerir la naturaleza de la compañía, aun si no estamos familiarizados con la marca. Lo puede comunicar todo lo que hacemos, pero sí sugerirlo. ¿El logotipo parece de una farmacia o un restaurante?

Perdurable:

Nada es para siempre, pero un logotipo no debe ser efímero. Si un logotipo está bien hecho no debe modificarse constantemente. Ray Eames, el gran diseñador americano una vez dijo: «Lo que funciona bien es mejor que lo que luce bien, porque lo que funciona bien, perdura.«

Distinción:

El resultado debe parecer un logotipo y funcionar como tal. Una marca debe ser una respuesta antes que una pregunta. Un logotipo tiene la doble función de identificar: «esta es una marca de un restaurante francés«; pero también distingue: «esta no es una marca de tacos…«.

Aplicación:

Debe poderse usar en todas las aplicaciones deseadas. ¿La compañía o producto se promocionará en redes sociales? ¿Es más importante la exposición de la marca en un vehículo o es más importante en una etiqueta?.

Reproducción:

A pesar de que hoy en día se puede imprimir casi todo a color, los logotipos deben ser reconocibles a blanco y negro. Por ejemplo, el equipo de copiado, algunos periódicos o simplemente, grabados en metal o madera podrían no aceptar colores. Además, menos tintas (colores) significa menos costos al momento de imprimir, por ejemplo la papelería.

Buen Gusto:

¿Te gusta el logotipo? ¿Se sienten cómodos con él los empleados? ¿Pueden recordarlo? La atracción a veces llega más lejos que cualquiera de las características anteriores, pero sobre todas las opiniones, confía en el buen gusto de tu diseñador. Me acordé de esta frase: «Mi sueño como diseñador es que mis clientes que tienen dinero, tengan buen gusto. Y que mis clientes que tienen buen gusto, tengan dinero». 


Entre otras fuentes: «Marks of excellence», The history and taxonomy of trademarks, por Per Mollerup

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